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martes, 3 de septiembre de 2013

TRAUMAS EMOCIONALES: Una mirada a través de la Resiliencia

TRAUMAS EMOCIONALES: Una mirada a través de la Resiliencia

Un esposo(a) que muere, un diagnóstico de una enfermedad difícil, perder el trabajo, descubrir que la pareja es infiel, un divorcio,  un accidente que te deja incapacitado, son sólo ejemplos de los traumas que podemos sufrir a diario los seres humanos, y que nos producen tal caos a nivel emocional que a veces tenemos la sensación de que la vida no tiene sentido.

Son muchas las historias que ilustran éste tema, pero quisiera compartir una muy personal: la enfermedad de mi madre. A sus 76 años de edad y después de haber tenido un infarto cardíaco, pequeños accidentes vasculares isquémicos y una Neuralgia del Trigémino con sus terribles consecuencias, mi madre hizo un Accidente vascular que le produjo una Anartria ( incapacidad para articular el lenguaje) y una Disfagia ( incapacidad para comer).

Habían pasado tres días desde el accidente cuando la ví,  pero mi cerebro de Fonoaudióloga ya tenía el diagnóstico con los datos mencionados por teléfono. No podía expresarse verbalmente, no podía comer ni beber, y tenía algo de debilidad en el lado derecho del cuerpo. Pero a la media hora de estar con ella, logramos sacarle una risa que no sonaba, una maldición que tuvimos que interpretar, y la palabra “mamá” con gran dificultad. A partir de ahí, todos fuimos testigos de su increíble lucha por recuperar las facultades perdidas, el humor particular que desarrolló, sus ganas de vivir la vida hasta el último segundo, y una inmensa cantidad de lecciones de vida que están grabadas a fuego en el corazón, y que nos siguen trayendo enseñanzas aún después de su muerte dos años después.

 Es el mejor ejemplo de la capacidad de Resilencia que puedo contar, y que personalmente me hace desear que ésta capacidad se pueda transmitir genéticamente.

La Resilencia está definida como la “la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves”, y hace parte de lo que se ha llamado  Psicología Positiva.

Antes de esto, la Psicología consideraba los traumas como una fuente de múltiples trastornos emocionales difíciles de superar e inevitables, y las personas que se salían del esquema de reacciones  predeterminado necesitaban ayuda. Hoy en día y gracias a múltiples estudios se considera que hay personas que poseen la capacidad de hacer un ajuste saludable a la adversidad y que no por ello desarrollan trastornos psicológicos ( por ej. Avia y Vázquez, 1998; Bonanno, 2004).

Pero la pregunta que me hago es: ¿ qué tienen en común las personas resilientes y qué nos pueden aportar como consejos de vida?

Los diferentes autores coinciden en lo siguiente:
*Tener flexibilidad para realizar cambios en la vida
* Tomar conciencia de la situación presente con sus aspectos positivos y negativos, y utilizar éste análisis para reestructurar la forma de ver el mundo.
*Reconstruir el sistema de valores
* Interpretar las experiencias estresantes y dolorosas como una parte más de la existencia
* Encontrar la lección oculta en toda circunstancia por dolorosa que sea.
* Tener sentido del compromiso consigo mismo y con la evolución espiritual propia
* Capacidad de ponerse retos personales

Y de mi cosecha personal como hija, hermana, esposa, mamá y terapeuta, podría recomendar lo siguiente:
*Tomarse el tiempo y el espacio para vivir el momento: buscar como dice Thomas Moore, una  cueva personal donde pasar la “Noche oscura del Alma”, y poder escuchar lo que el alma tiene para enseñarnos de la circunstancia dolorosa que estamos viviendo.
* Observar qué se siente y dónde: como nos enseña la Auto-observación, todas las emociones tienen su reflejo en el cuerpo, y permitirnos sentir la rabia, tristeza, miedo, celos, dolor, etc, es una forma de dejar que salgan a flote y no se queden en nuestro inconsciente generando problemas.
*No caer en el papel de víctima: de nada nos sirve culpar a otros o a la vida por las cosas malas que nos suceden, especialmente de situaciones que no podemos cambiar. Lo único que podemos cambiar es a nosotros mismos y nuestra manera de ver el  mundo.
*Buscar apoyo: hay momentos  para estar en la “cueva” y observar, pero también es necesario encontrar alguien con quien desahogarnos, no sólo por los buenos consejos que podamos recibir sino porque a veces entendemos mejor los mensajes cuando somos capaces de expresar verbalmente lo que sentimos. Adicionalmente, poder expresar de alguna forma nuestros sentimientos nos ayuda a prevenir la aparición o el agravamiento de síntomas.
*Consentirnos: cuando la vida está en crisis, necesitamos mucho amor, y quien mejor que nosotros mismos para saber qué nos hace felices y qué nos proporciona la alegría necesaria para sobrellevar un momento difícil. Si uno no lo sabe, quizás sea un buen momento para descubrirlo.
*Conectarse con el alma: ella tiene todas las respuestas… Y métodos hay muchos, de acuerdo con los gustos de cada uno: meditación, yoga, ejercicio, música, pintura, manualidades…la clave es establecer una comunicación donde podamos “voltear la mirada hacia adentro” y escuchemos lo que el alma tiene para decirnos.
* Un pasito a la vez: vivir el día, disfrutarlo como si fuera el único es una forma de hacer que la vida tenga un poquito del color que perdió con el trauma.
*Valorar lo que tenemos: no concentrarnos demasiado en lo que perdimos, y observar qué hay más allá del dolor y el sufrimiento. La mayoría de las veces, nos sorprende lo que encontramos.
* Concentrarse en ése “algo por lo que vivir”: como nos enseña Victor Frankl a través de sus experiencias en campos de concentración durante la segunda guerra mundial, el hecho de encontrar un sentido a nuestra existencia y aferrarnos a la vida que merece ser vivida, es la clave para superar las peores circunstancias.

Y por último recordar, como dice Frankl en su libro “ El hombre en busca de sentido”: Et lux in tenebris lucet. Y la luz brilla en medio de la oscuridad…

Marcela Salazar G.

Lecturas recomendadas:  - Las noches oscuras del alma, Thomas Moore
                                              -El hombre en busca de sentido, Víctor Frankl
                                              -http://www.psicologia-positiva.com/resiliencia.html
                                              -http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=1283










martes, 14 de mayo de 2013

PSICONEUROINMUNOLOGIA Y AONC


PSICONEUROINMUNOLOGIA Y AONC:
Interacción entre las emociones y el cuerpo

“Orandum est ut sit mens sana in corpore sano" (Sátira X, 356, Juvenal)

Espíritu, alma, mente, emociones y pensamientos, son palabras que se entrelazan y que dan como resultado al Ser Humano, y de cuya interacción depende la aparición de las enfermedades.
Desde la década de los 70 y gracias a las investigaciones de Ader y Cohen, se acuñó el término Psiconeuroinmunología para explicar cómo es posible que un sistema que hasta ése momento se consideraba totalmente autónomo ( el sistema inmune), resultara condicionado por emociones como el miedo ( en el experimento, aversión a una sustancia amarga) y produjera alteraciones que llevaran a la enfermedad y la muerte.
Hoy en día ésta ciencia ha avanzado, y trata de explicarnos cómo las diferentes emociones que podemos sentir están directamente conectadas con nuestro cuerpo a través del sistema nervioso y el cerebro, de manera que cuando tenemos un pensamiento o emoción intenso, éste se traduce en una cascada química que recorre nuestro organismo produciendo efectos, como por ejemplo cuando sentimos miedo y eso se refleja en dolor en el estómago.
Estas interacciones se producen de manera inconsciente en la mayoría de las ocasiones, pero a través de técnicas especiales podemos encontrar la conexión y volverlas conscientes, logrando que los síntomas desaparezcan. Parece sencillo, y en ocasiones lo es. En otras tanto paciente como terapeuta tienen que dedicarse a una labor “detectivesca” donde se deben enfrentar muchos monstruos mandados por el inconsciente para evitar que se llegue a la verdad escondida, que normalmente es  dolorosa y por eso está guardada muy profundo.
La Auto-observación Neutro consciente es una técnica que resume múltiples teorías y se nutre de diferentes conceptos pertenecientes a las más diversas disciplinas, pero que tiene un objetivo básico importante: descubrir cómo cada cerebro en  particular aprende, guarda información y qué mecanismos posee para evitar lo doloroso y producir síntomas. Es una técnica que cualquier persona puede aprender si tiene la voluntad de hacerlo, y que produce cambios significativos en diferentes aspectos de la vida del ser humano donde los bloqueos del inconsciente estén produciendo problemas.
Descubrir cómo determinadas emociones impactan nuestro cuerpo, es una forma se ser más libres y felices, sacando a la luz aquellas partes de nuestro ser que nos sabotean la vida sin darnos cuenta, y que a través de la enfermedad nos ponen trampas para que aprendemos lecciones de la manera más difícil.
Así mismo, seguirle la pista a nuestros pensamientos y descubrir de dónde vienen es una forma de entablar un diálogo permanente con nuestro inconsciente proporcionándole vías para expresarse antes de que utilice mecanismos como la represión y la negación que a la larga terminan generando más problemas de los que evitan.
Sanar nuestra mente, para sanar nuestro cuerpo (como decía el padre de la Medicina Hipócrates, inspirado en los poemas de Juvenal) es una forma de  sanar nuestra vida entera y quitarle su razón de ser a la enfermedad; es aprender lecciones de una forma más rápida y saludable, dejando de ser esclavos del caprichoso y celoso inconsciente que por tratar de cuidarnos a veces nos complica más la vida.

Marcela Salazar
Fonoaudióloga
Especialista en Sintergética
Facilitadora AONC 

domingo, 5 de mayo de 2013

Salud y Educación: camino a la felicidad


Salud y Educación: camino a la felicidad

*Rebeca, 45 años, diagnóstico: artritis reumatoidea. Desde la primera consulta, puedo darme cuenta que su vida es un caos emocional, en parte por una relación de pareja muy difícil, pero por encima de todo, por una estructura mental que le impide hacer cambios que la hagan realmente ser feliz. Es “rígida”, obstinada, con baja autoestima, aparentemente de personalidad fuerte, pero que aprendió desde pequeña a someterse ante la imagen masculina sin protestar. Me doy cuenta de muchas cosas, y como siempre me pregunto, ¿ cómo la puedo ayudar?
Desde la Sintergética puedo hacer  que sus síntomas disminuyan, que el dolor ceda; desde la Auto-observación podría lograr que se diera cuenta del origen de su enfermedad, pero depende de ella enfrentarse a su sombra y reconocer que allí está la solución a todos sus problemas. Pero no estoy segura de que esto pueda ser fácil, pues reconozco patrones emocionales muy sólidamente establecidos que son difíciles de cambiar en unas cuantas sesiones, y no creo que ella tenga la capacidad económica para costear un tratamiento largo.
En éste punto de la historia, debo reconocer que soy pedagoga hasta el tuétano de mis huesos. Siempre pienso cuando tengo un paciente enfrente: “ qué le puedo enseñar? Qué lección tiene para aprender?” . Y aunque eso a veces me trae problemas profesionales y personales ( no siempre la gente que me busca como terapeuta quiere aprender… y mis hijas creen que soy mala madre porque no les hago tareas ni les doy soluciones sino más preguntas…) en ocasiones puedo sentir una inmensa satisfacción cuando veo ante mí una persona que cambió su vida gracias a una lección, porque aunque no vuelva a terapia, mi misión se cumplió.
Creo en la Educación. No sólo como actividad formal e intelectual, sino como la respuesta a muchos de los males que aquejan a la humanidad hoy en día.
Recordando a Rebeca y a muchos pacientes que han pasado por mi consulta, siempre pienso que la solución está en la Educación. Sueño con el día en que en los colegios y escuelas se dicte una cátedra de “Salud Emocional”, donde enseñemos a los niños a ser conscientes de las emociones y cómo afectan su cuerpo, dónde aprendan la mejor manera  de expresar sus enojos, miedos y tristezas diferente a reprimirlos o agredir a los otros y donde seamos capaces como adultos de darles unos cimientos emocionales que en el futuro prevengan enfermedades.
Yo no puedo cambiar los patrones emocionales negativos de mis pacientes que los hacen enfermar, sólo puedo ofrecer las oportunidades terapéuticas y educativas para que ellos realicen el cambio por sí mismos, y acompañarlos en el proceso.
Pero esto sería más fácil si desde pequeños aprendiéramos a reconocer éstos patrones heredados de nuestros padres y abuelos, y a medida que crecemos lográramos desactivar los mecanismos que nos hacen reprimir y mandar todo lo que no nos agrada para el inconsciente. Tal vez el resultado sería una humanidad más sana y de pronto, más evolucionada, un ser humano menos egocéntrico y dominado por su sombra y más un ser de luz.
La sombra, el inconsciente, el llamado  ” cerebro reptil “ de  Paul Maclean, son los hilos que dominan nuestra vida sin darnos cuenta, nos “sabotean” trabajos, relaciones, sueños y lo peor de todo, afectan nuestra salud y en últimas nuestra felicidad.
Aprender sobre ellos y descubrir cómo manejarlos es una forma de ser más libres, y esto sólo puede hacerse a través del aumento en los niveles de conciencia y del autoconocimiento.
Métodos y técnicas hay muchos, lo más importante es querer hacerlo y buscar un camino. Para mí, uno de esos caminos siempre será la Educación.
*El nombre fue cambiado

Marcela Salazar
Fonoaudióloga
Sintergética
Facilitadora Auto-Observación Neutro-consciente.

domingo, 14 de abril de 2013

DEPRESION: EL ALMA EN BUSCA DE SENTIDO

DEPRESION: EL ALMA EN BUSCA DE SENTIDO

Todos los días escucho historias de personas con depresión, que han intentado quitarse la vida, o que tienen actitudes tan auto- destructivas que seguramente muy pronto lo lograrán.

Hoy en día es tristemente común encontrar casos de niños y adolescentes con depresión, la mayoría de las veces tratados con medicamentos que quitan ciertos síntomas pero producen otros sin encontrar la causa original y siempre me pregunto por qué la humanidad ha llegado al punto en que sus niños o sus jóvenes puedan sentir que ya no merece la pena vivir.

“Depresión es represión”….escucho por ahí, y pienso que nos hemos acostumbrado tanto a querer eliminar los síntomas que nos molestan, que evitamos las lecciones que éstos traen consigo. Recuerdo en éste momento especialmente el libro “La enfermedad como camino”, que nos enseña como los síntomas y su correspondiente causa emocional tienen una razón de ser dentro de nuestra evolución espiritual, y cuando hacemos caso a ese maestro interior que nos quiere dar una lección, el síntoma desaparece.

Entonces me pregunto, ¿qué nos quiere decir la Depresión? ¿Qué lección debemos aprender?

 Si la enfermedad es producto de un conflicto entre el Alma ( que tiene un propósito) y la personalidad ( que lo sabotea), cuáles son las causas que hacen que una persona se deprima y pierda las ganas de vivir? Cómo podemos reencontrar nuestro camino?

“Enfermedades, tragedias, desamores, una vida difícil “, son algunas de las explicaciones que escucho detrás de las historias de depresión. “Frustración”, una de las palabras más comunes..y como siempre que miramos los problemas de los demás, siento que no son suficientes razones para perder las ganas de vivir en éste mundo al que yo le veo tantas cosas maravillosas a pesar de lo malo que puede suceder. Pero bueno, es que creo que yo soy del tipo optimista, de las personas a las que les gusta luchar y no rendirse. Sin embargo, como terapeuta trato de entender el problema desde el punto de vista de la otra persona, y sigo pensando, dónde está el origen real de la depresión?? Qué puedo hacer yo para ayudar??

Y de repente llegan como respuesta frases llenas de sabiduría y profundo sentido, a través de los libros y la vida de Víctor E. Frank, famoso médico austríaco que sobrevivió a la experiencia de cuatro campos de concentración y el exterminio de sus padres, esposa y familiares en el Holocausto. Creador de la técnica psicológica denominada “Logoterapia”, el doctor Frank es un ejemplo maravilloso de cómo el hombre es capaz de pasar por encima de las tragedias de la vida y encontrar lecciones en ellas, rescatando lo esencial de nuestra alma y sobrepasando situaciones que nos podrían llevar a la depresión y a no querer vivir.

Entre las cosas que cuenta el Dr. Frank, señala como aquellos que estuvieron en campos de concentración observaron a algunos hombres que pasaban de barracón en barracón consolando a los demás, compartiendo lo poco que tenían. “ Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo, salvo ésta última libertad para decidir su propio camino”. Siempre podemos elegir nuestra actitud, por difíciles que sean las circunstancias de nuestra vida; podemos rendirnos y sufrir o podemos elegir continuar y aprender.

Podemos elegir encontrar un  Sentido a las experiencias en el marco inmortal de nuestra existencia, o podemos sufrir la inmediatez de las dificultades. Esta es la verdadera libertad.

Todos podemos deprimirnos, pero la vida de todo ser humano es demasiado valiosa y hay tanto por hacer, que no podemos quedarnos en ese espacio producido por “la noche oscura del alma”, y olvidar el propósito que hemos venido a cumplir.

Ahora estoy aprendiendo que dejar salir la tristeza, la rabia y la frustración, expresarlas de alguna manera y luego buscar encontrar la lección que subyace, no solamente puede ayudarnos a manejar síntomas físicos y mentales, sino puede ser una forma de escuchar a nuestra alma y  recuperar las ganas de vivir.

Y como dice Víctor Frank: “Quién tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo..”(El hombre en busca de sentido).

Marcela Salazar