EL EFECTO PIGMALION
“Profecía de la
auto-realización personal”
“La profecía que se autorrealiza es, al
principio, una definición «falsa» de la situación que despierta un nuevo
comportamiento que hace que la falsa concepción original de la situación se vuelva
«verdadera».” Robert K. Merton
El poeta romano Ovidio nos narra en su Libro X de
"Las Metamorfosis”, el mito de Pigmalión. Éste era un rey de Chipre, además
de un magnífico escultor, que permaneció soltero hasta que decide crear una
bellísima escultura de la mujer más perfecta jamás imaginada. Es tan hermosa, que
se enamora perdidamente de su obra, la nombra “Galatea”, la viste, la visita
todos los días y la convierte en su
objeto de adoración, y en un festival en honor de Afrodita le ruega que le dé
la vida. La Diosa cumple sus deseos, y Galatea se convierte en una mujer de
carne y hueso, se casa con el Rey y tienen descendencia.
Este mito se utiliza en el ámbito educativo, para explicar cómo las ideas y
concepciones que tengan los maestros de sus alumnos, influyen en el rendimiento
escolar de los mismos, y se hizo evidente en un experimento realizado por el
profesor de psicología Robert Rosenthal en colaboración con la directora de una escuela, Lenore Jacobson.
Ellos aplicaron una prueba de inteligencia
a varios grupos de niños de primer a sexto grado, dividieron a los niños en dos
grupos al azar y le dijeron a la maestra del primer grupo que tenía a su cargo
estudiantes de coeficiente normal; a la del segundo grupo, le indicaron que sus
estudiantes estaban situados por encima del promedio de inteligencia, por lo
cual se podían esperar resultados notables en su desarrollo académico, pero
ésta diferencia no era en realidad cierta, ni la prueba aplicada podía prever
resultados académicos.
Al final del año volvieron a aplicar la
prueba a todos los alumnos, y el resultado fue que los niños del grupo descrito
como de coeficiente intelectual alto, habían mejorado mucho más su rendimiento
que el otro grupo.
Las conclusiones del estudio explican que
aunque los dos grupos tenían las mismas capacidades, si los profesores creían
que un alumno era bueno, le estimulaban más a través del lenguaje no verbal, le
ponían más retos, le daban más retroalimentación y más refuerzos positivos ante
los resultados.
El Efecto Pigmalión también se usa para
explicar cómo las ideas o expectativas que tengamos sobre nosotros mismos nos
llevan a cumplir nuestro destino, al atraer a nuestra vida las personas o
acontecimientos que cumplan los requisitos de nuestras propias “profecías”.
Como lo
explica el sociólogo Robert K. Merton, “una predicción que, una vez hecha, es en sí
misma la causa de que se haga realidad”.
El ser humano es la suma de muchos factores; su historia
familiar, las influencias de las personas con las cuales interactuamos a lo
largo de nuestra vida ( maestros, amigos, jefes, colegas, familiares, etc) y
por supuesto su visión del mundo, sus pensamientos, ideas y emociones, y a
través de la alquimia de todos éstos elementos construimos quienes somos y cómo
respondemos ante las circunstancias de la vida. Este resultado determina qué
elecciones tomamos, qué camino elegimos, y al final, condiciona nuestra
propia felicidad.
Entender la influencia que tienen las personas que nos
rodean sobre nosotros, y viceversa, hacer conciencia de cómo nos afectan las
historias personales y manera de ver el mundo de los otros para nuestra propia
vida, es un punto de partida para poder escoger qué queremos en nuestra vida de
todo ese mundo de influencias que recibimos a diario, y a su vez, tomar conciencia
de la forma como estamos afectando la vida de aquellos que nos rodean
especialmente el caso de los niños, y mucho más cuando somos figuras de
autoridad como Padres y Maestros.
“Somos aquello que pensamos”; si nuestros pensamientos
giran en torno a la negatividad, el fracaso, la baja autoestima o los errores
que hemos cometido en la vida, atraeremos a nuestra vida las personas y
acontecimientos que confirmen esos mismos pensamientos, y el círculo vicioso
nunca podrá cambiar.
Si traemos a la conciencia el origen de éstos
pensamientos negativos, si descubrimos como detectives que intentan resolver un
crimen dónde está el comienzo de la cuerda que nos hace movernos de nuestro
camino como hilos invisibles de una marioneta, es posible que logremos cambiar
un destino negativo, de fracasos, de infelicidad, por uno donde seamos capaces
de cumplir nuestros sueños y disfrutar lo que la vida nos da, y además cambiar
la vida de los que nos rodean al evitar transmitir la negatividad de nuestra
propia mente.
Las personas que tenemos algún tipo de autoridad sobre
otras, como es el caso de padres, maestros y jefes, tenemos la responsabilidad
de conocernos interiormente, reconocer nuestras virtudes y defectos, avanzar y
crecer como personas, para que la influencia que podamos ejercer sea la mejor
posible, y podamos contribuir de manera positiva al desarrollo personal de
aquellos que nos rodean .
¿Hacia dónde queremos ir en nuestra vida? De las
expectativas e ideas que tengamos al respecto de nuestro futuro dependen los resultados
que podemos obtener, y aquí hay que tener en cuenta la fuerte influencia que
ejercen los contenidos del inconsciente, al actuar como hilos invisibles que
nos mueven de un lado a otro del camino.
Yo creo que todos tenemos la capacidad de ser Pigmalión,
podemos ser nuestros propios escultores creando una obra en particular que se
llama nuestra propia Vida, en la que podamos poner las mejores virtudes,
sueños, pensamientos, ser los pintores que le dan colorido, cuando escogemos
nuestros pensamientos y desechamos todas aquellas influencias que no nos sirven
para cumplir nuestras metas personales y nuestros sueños.
Una vez creemos nuestra Profecía, no nos olvidemos de
pedir a la “Diosa del Amor” que bendiga nuestra creación, y recordemos siempre que
la Voluntad es la fuerza más poderosa que existe en la naturaleza, cuando
tenemos claro cual es la meta que queremos alcanzar.
Marcela Salazar